martes, 20 de diciembre de 2016

El juego musical como factor potenciador de la atención y la memoria para mejorar el aprendizaje musical infantil

El aprendizaje exige de atención y memoria para que la información que se nos introduce a través de nuestros sentidos, se procese y almacene en nuestro cerebro y pueda ser evocada o recordada, para ser utilizada, si es necesario. Si este proceso lo llevamos a cabo a través del juego, se potencia la motivación y las emociones, se incrementan la atención y la memoria y, por tanto, el aprendizaje.

Después de cada aprendizaje se debe intercalar algún lapso de juego, pero jugando con lo aprendido: primero se debe enseñar y luego se juega con lo recién aprendido, porque de lo contrario no hay refuerzo (juego) sin esfuerzo previo (aprendizaje).

La educación musical a edades tempranas es fundamental. Desde los 6 a los 12 años, la escuela, el juego y las actividades creativas, constituyen un gran crisol para el desarrollo de habilidades de la inteligencia emocional en relación con el aprendizaje musical, ya que los niños aprenden sobre el mundo que les rodea a través de su cuerpo, de los sonidos, de las imágenes visuales y de los gestos.

La música surge con los primeros lenguajes que eran de tipo vocálico. Además, produce conductas motoras (ritmo) y emocionales (melodía).

Existen competencias musicales muy tempranas, anteriores al nacimiento, que nos permite disponer de un amplio potencial de capacidades para aproximarnos al hecho musical de manera intuitiva o estimulada por medio de diversas prácticas educativas.

La escucha de sonidos ambientales y la música, ponen a punto las capacidades sensoriales contribuyendo a la mejora de los procesos cerebrales superiores como la atención y la memoria. 

La memoria aumenta cuando la información se asocia a la vista, el oído y la acción. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario